sábado, 28 de noviembre de 2009

Nada es real

-le dije-
mientras dejaba sin escribir la última oración
sus ojos se turbaron,

¿y el amor se evade por los poros? -preguntó-

(Silencio)

No intentes tocarme, no te acerques, ¿no ves?

me señaló un pájaro


cuando quise acercarme, había desaparecido…






--ekhaté--

viernes, 27 de noviembre de 2009

Tengo miedo,
es la noche que me olvida
desconoce esta voz
estas pestañas arrancadas en cada verso
los ruidos desvanecen sílfides de agua
abriendo nuevamente mi cicatriz
en espera
-de eso-

Algo que no intente degollar mis horas de inercia musical
donde las estrellas se perturban mientras corro
y desnudo mis pasos..



--ekhaté--


Todo fue así:

un castillo de piedra
una mirada fortuita que buscaba desentrañar lo inexplicable
-la belleza del cosmos, el devenir -
la nada quebrándose ,inerte, en un verso dolido.

Recuerdo haberlo visto soñando
creyendo en la libertad de no ser
la extinción del alma,
la fragilidad de las venas que no quieren olvidar
no advierte la presencia de una masa amorfa que lo carcome
no olvida
-tampoco quiere-

sus ojos entrañan la dulce agonía



--ekhaté--

jueves, 26 de noviembre de 2009

secreciones



se llora por lo que se pierde,
por lo que sospechamos que nunca volverá a ser igual

(todo momento es solo eso, un instante,
y se termina inevitablemente)

se llora ante el desengaño,
sentirnos burlados duele hondo

se llora de la rabia ante la injusticia
(cualquier golpe a la inocencia la quiebra)

se llora de alegría ante el deseo cumplido
(la hora de buscar es siempre ahora)

se llora por cosas pequeñas como la muerte
(un instante tan preciso en la inconmensurable vida)


texto y foto jmc

Contra los pesimistas (la línea de la vida)*



Hay un camino para todo lo que existe


y está claramente marcado por


ese hilo que desemboca en el presente y dibuja


una línea que aparenta ser recta


y en verdad es una maravillosa copa de árbol




yo sigo la línea de mi vida


y apuesto a lo que imagino


me manifiesto en tanto la ancestral sangre me recorre


en versos de vuelo libre





no pretendo otra cosa que dejar atrás las pesadillas que vulneran mi alma


sembrando sueños a flor de piel


y poder compartir el fruto


a la sombra de un caudaloso árbol


en el camino


texto y foto jmc

La orilla


Nunca sabré el tamaño de lo que perdí.
Todo lo que estaba a la vista
desapareció incinerado detrás del olvido.
(Solo quedó el mar, insolente, abnegado, fatal)
Y sentí que debía correr, veloz, sin mirar atrás.
La oscuridad me siguió sin rumbo aparente,
como el agua que se encauza y no se detiene,
en perpetuo movimiento hacia todos lados.
Mis pisadas se hicieron cada vez más profundas,
se hundían en la sal de la tarde,
en el frío de tantos días pasados, rotos.
Me detuve ante una pesada puerta,
último vestigio de una fortaleza de piedra,
al final de una calle, ya anochecida y silenciosa.
Un barco se iba, a lo lejos, dejándome más solo.
El cansancio me abatió
y tuve sueños de madera,
sueños de alambre
e incluso de pájaro.
Mi cuerpo leve tomó altura
y flotó entre nubes remotas.
Desperté junto a una pared infinita
que ocultaba todo posible camino.
Jamás había sentido tanta soledad.
No pude recordar siquiera mi propia voz.
Tuve la sensación de un sabor rojo,
como de sangre seca en un papel viejo.
Comprendí que había llegado a la orilla
donde la tierra tiene su final
y las mentes quedan para siempre en blanco.
texto y foto jmc